No puede decirse que sea un aparejador con vocación desde que era pequeño, ni que venga de una familia de constructores, más bien todo lo contrario. Entré en la carrera desconociendo lo que me iba a encontrar y sin saber muy bien qué hacía un arquitecto técnico, pero empecé con ganas eso sí. A medida que avanzaba, se me iba dando mejor, aprendía y me iba gustando más y más.

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Al acabar la carrera y empezar a trabajar, tenía claro que no sabía nada del oficio y que todo lo que había aprendido en la carrera me serviría para seguir aprendiendo y creo que un poco seguimos en esas, tras más de 20 años de ejercicio. Hay que seguir aprendiendo constantemente, aprender de libros, cursos, publicaciones, aprender en las obras del equipo con el que trabajas en cada una de ellas, de los encargados, de los industriales, operarios… aprender de los errores para intentar no volver a repetirlos,… en definitiva, intento la obra que acabo de terminar, sea la peor de las que me quedan por hacer.

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En cuanto a mi forma de trabajar, intento que todos los miembros del equipo de cada obra, arquitecto, jefe de obra, propiedad, etc. formemos un equipo con el objetivo común de sacar la obra adelante, esto es, que todos cumplamos nuestros objetivos individuales, calidad, precio, plazo… y así conseguir el objetivo común. Creo que esto se puede conseguir con la dedicación y el trabajo diario, la diligencia en resolver problemas, la anticipación para prevenir errores, el conocimiento exhaustivo del proyecto por todas las partes. De nada vale el enfrentamiento continuo y tratar al otro como parte contraria, al revés, como he dicho, todos debemos ser parte del mismo equipo.

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Por último, tanto en mi trabajo en obra como mi trabajo en estudio, creo mucho en la palabra honestidad y en todo lo que significa. Me explico, si me comprometo a entregar un trabajo tal día, se entrega ese día y si no puedo, de antemano digo no puedo, si me equivoco en alguna decisión lo digo y no trato de esconderlo, si creo que te has equivocado te lo digo y tratamos cómo solucionarlo, es decir, no engañar nunca a nadie e ir siempre con la verdad por delante, creo que así se llega lejos.